Boca lo goleó 6 a 0 por la Copa Argentina. Dos goles de Pablo Pérez (la figura), y uno cada uno de Magallán, Abila, Goltz y Tevez (de penal) firmaron el resultado. Ezequiel Ceballos jugó los últimos diez minutos.
Por Marcelo Solari
Enviado especial
LANUS – La fiesta de Alvarado en la noche de su partido histórico sólo fue posible en las tribunas. Porque en la cancha, Boca Juniors le hizo sentir el rigor de la diferencia de categoría y de rodaje y le propinó una estrepitosa goleada. El “xeneize” se impuso por 6 a 0, por los 32avos de final de la Copa Argentina, en una fría noche en el imponente marco del estadio “Ciudad de Lanús”. Dos goles de Pablo Pérez y uno de Lisandro Magallán, Ramón Abila, Paolo Goltz y Carlos Tevez, de penal, redondearon las cifras.
Boca se llevó al descanso una ventaja indescontable. Incluso sin que se lo haya propuesto demasiado. De entrada, como se esperaba, el “xeneize” asumió el control con decisión. Pero más allá de ponerse en ventaja rápidamente, a los 4′, no generó demasiado riesgo para el arco de Alvarado hasta la mitad del primer tiempo.
Sin dudas que el gol tempranero lo benefició, aunque lo más destacado fue su contundencia para transformar en gol casi todas sus llegadas (en los primeros 45 minutos pateó 5 veces al arco y anotó 4 goles).
Todavía no había pasado demasiado cuando el conjunto de la Ribera tuvo un tiro libre a favor de frente al arco, a unos 25 metros. El admirable remate de Mauro Zárate superó la barrera y también el vuelo del arquero, pero se estrelló en el travesaño. Rápido de reflejos, Lisandro Magallán se anticipó a todos y conectó sin darle tiempo a volver a Matías Quinteros para sellar el 1 a 0.
Antes y después de ese tanto, hasta los 10′, el “xeneize” monopolizó la tenencia. La recuperaba muy rápido. O la perdía muy rápido Alvarado, lo que para el caso es lo mismo. No obstante, los de Guillermo Barros Schelotto no inquietaron más al arquero marplatense.
Alvarado logró adelantarse unos metros y hasta obligó, con una buena acción personal de Brian Visser, a ceder un tiro de esquina, el cual de todos modos no arrojó consecuencias. Los marplatenses intentaron ser prolijos. Y lo consiguieron hasta un poco más allá de los 20 minutos. Propusieron con algún desborde de Emmanuel Urquiza, el criterio de Francisco Molina y ciertas apariciones intermitentes de Cristian Canuhé. Intentos valiosos, pero no suficientes para inquietar a un Boca que igual no exhibía demasiada solidez en el retroceso.
El actual bicampeón del fútbol argentino se imponía por mayor velocidad y también por jerarquía individual. En tanto su rival marplatense, al tener que imprimirle una marcha más al ritmo, perdía precisión.
Entonces, se iluminó Zárate, quien puso un pase filtrado perfecto para la llegada de Cristian Pavón, esta vez por la izquierda, quien llegó hasta el fondo y le cedió el gol a Ramón Abila.
No terminó de reponerse Alvarado cuando Boca llegó al tercero. Hubo una buena sucesión de toques desde el medio hacia los costadas, casi siempre pasando por Pablo Pérez, muy certero en el manejo. El capitán recibió afuera del área, se perfiló como para abrir hacia la izquierda y sorprendió con un remate al arco que picó antes y sorprendió a la tardía reacción de Quinteros.
La ubicación y el quite de Wilmar Barrios, la distribución de Pérez, el panorama de Zárate, la movilidad de Pavón. Por momentos, se hizo demasiado Boca para las aspiraciones de Alvarado.
El colombiano Edwin Cardona estuvo cerca de aumentar con un preciso tiro libre que se fue muy cerca del ángulo superior izquierdo, y enseguida llegó el cuarto. Luego de otra precisa combinación por derecha, el lateral Leonardo Jara envió un centro bajo, el despeje defensivo quedó corto y -siempre atento- Pablo Pérez llegó a tiempo a la cita, remató como venía, el balón se desvió y descolocó al indefenso Quinteros.
Si Alvarado guardaba una secreta esperanza para el segundo tiempo, ésta se desvaneció rápidamente con otro gol “madrugador”. La pelota cruzó el área de lado a lado, volvió a hacerlo sin que la defensa pudiera despejar y Paolo Goltz (primer gol oficial con la camiseta azul y oro) anotó con un remate corto que logró interceptar pero no neutralizar el arquero.
Cada aproximación boquense al área de Alvarado dejaba la sensación de que podía ser cambiada por gol. Aún con el 5-0 a favor, Jara continuaba trepando por la derecha, Emmanuel Mas hacía lo mismo por la izquierda y Pavón no dudó a perseguir a un rival y tirarse al piso en la propia área de Boca para alejar el peligro.
Los de “azul y oro” recuperaban el balón cada vez que se decidían a presionar al adversario y aunque continuaron intentando, no lograron aumentar la cuenta. Hasta que en el final, el árbitro Pablo Echavarría (tuvo que sustituir a Darío Herrera, quien se lesionó) marcó una falta dentro del área en perjuicio de Sebastián Villa. El penal lo cambió por gol Carlos Tevez y le puso el moño a una goleada que reflejó la real diferencia que existió entre ambos conjuntos.
Síntesis
Boca Juniors (6): Agustín Rossi (6) , Leonardo Jara (6), Paolo Goltz (6), Lisandro Magallán (6) y Emmanuel Mas (6); Wilmar Barrios (7) y Pablo Pérez (9); Cristian Pavón (8), Mauro Zárate (7) y Edwin Cardona (6); Ramón Abila (6). DT: Guillermo Barros Schelotto.
Alvarado (0): Matìas Quinteros (4); Emanuel Urquiza (5), Germán Mendoza (4), Martín Quiles (4) y Tomás Mantia (3); Matías Caro (4) y Darío Stefanatto (4); Brian Visser (5), Cristian Canuhé (5) y Francisco Molina (5); Nicolás Trecco (3). DT: Mauricio Giganti.
Goles: en el primer tiempo, 4′ Magallán, 24′ Abila, 28′ y 38 Pérez. En el segundo tiempo, 9′ Goltz y 42′ Tevez, de penal.
Cambios: en el segundo tiempo, 23′ Nahitán Nández por Barrios, 25′ Carlos Tevez por Abila, Sebastián Villa por Pavón, Nicolás Mollo por Trenco, 34′ Gaspar Gentile por Stefanatto y 38′ Ezequiel Ceballos por Visser.
Incidencias: en el segundo tiempo, 33′ ingresó el cuarto árbitro Pablo Echavarría por lesionó del árbitro principal Darío Herrera.
Estadio: Ciudad de Lanús – Néstor Díaz Pérez.
Arbitro: Darío Herrera (6).